domingo, 28 de febrero de 2010

Nº 10: JUDAÍSMO: DOCTRINAS Y FUENTES


El judaísmo se basa en el Tanaj (lo que los cristianos llaman Antiguo Testamento), compendio de 24 libros que cuenta la historia del hombre y de los judíos, desde la Creación hasta la construcción del Segundo Templo, e incluye también preceptos religiosos, morales y jurídicos; filosofía, profecías y poesía, entre otros. Sus cinco primeros libros, en conjunto conocidos con el nombre de "la Torá" o "Pentateuco", son considerados escritos por inspiración divina y por ende sagrados, y su lectura pública en la sinagoga los días lunes, jueves y sábados forma parte fundamental del culto judío, lo que le ha valido al pueblo judío el nombre de «Pueblo del Libro».
La Torá es la fuente primera de los siete preceptos morales básicos que obligan a todo ser humano como tal, y de los 613 preceptos religiosos que obligan a los judíos: 365 que imponen abstenerse de acción —uno por cada día del año— y 248 preceptos que obligan positivamente a hacer —uno por cada órgano del cuerpo-.
Los preceptos jurídicos, éticos, morales y religiosos que emanan de la Torá, y que junto a su explicación de la Mishná conforman el corpus jurídico principal del judaísmo, el Talmud, son conocidos como la ley judía o Halajá, cuya fuente compilativa principal y reconocida por los judíos de todo el mundo —amén de una riquísima y amplia literatura halájica a lo largo de los siglos— es el libro medieval "Shulján Aruj". Los mandamientos de la Halajá comandan el ciclo íntegro de la vida judía observante, desde la circuncisión al nacer, pasando por la alimentación, la vida íntima, la vestimenta, y así todos los hitos principales de la vida del hombre, hasta su muerte.
La plegaria más solemne de la religión judía, que plasma la esencia misma de la creencia monoteísta, aparece en el quinto y último libro de la Torá: "Oye, Israel, el señor es nuestro Dios, el señor es Uno". Los creyentes la recitan dos veces por día, en las oraciones de la madrugada y del atardecer.
El símbolo judío de nuestros días por excelencia es la estrella de David, llamado así por la creencia de que el rey David lo adoptó como símbolo de armas en su escudo de guerra y en el de sus soldados, aunque aparece con su significado actual muchísimo más tarde, hacia la Edad Media. El símbolo conocido más antiguo del judaísmo es el candelabro ritual de siete brazos , emplazado antiguamente en el Tabernáculo, y luego en el Templo de Jerusalén .
La vida judía se rige por un calendario basado en la combinación del ciclo mensual lunar y del año solar, cuyos orígenes se remontan a tiempos bíblicos, y por el cual se rigen las festividades y ritos de la religión hasta el día de hoy.
Kipá (solideo tradicional judío) y Menorá (candelabro ritual de siete brazos), dos de los más conocidos símbolos de la tradición judía
La festividad judía más venerada es el Shabat , considerado sagrado y superado, en solemnidad, sólo por el Día del Perdón o Yom Kipur, precisamente llamado también "Sábado de sábados". Su relevancia en la vida judía es tal que está incluido entre los Diez Mandamientos, que se estiman palabra divina.
El liderazgo de la comunidad judía tradicional está en manos del rabino, persona culta y docta en la Halajá que conduce a sus acólitos no sólo en lo espiritual y religioso, celebrando el culto judío, sus festividades y celebraciones, sino que se gana el respeto de su grey como autoridad moral y líder comunitario, brindando consejo, solucionando problemas y dirimiendo todos los conflictos que pudiesen suscitarse entre sus miembros.
El culto judío se celebra en el templo o sinagoga, que sirve asimismo de lugar de reunión y encuentro comunitario, para cuyo fin el rezo en público requiere de un mínimo de diez varones.
La religión y el pueblo judío consagraron desde siempre a la tierra de Israel, la tierra sagrada, como uno de sus ejes principales, ya desde sus mismos albores, convirtiéndose ésta en parte integral de la idiosincrasia judía: el mundo se divide entre la Tierra Santa y todo el resto, llamado diáspora.
El pueblo judío se identificó desde un principio con la lengua hebrea, considerada "lengua sagrada", en la que están escritas la Torá y la mayor parte de la literatura judía. Relegada a condición de lengua muerta durante siglos, reservada a la oración, a la literatura y a los textos jurídicos y teológicos, fue recuperada como lengua hablada y modernizada con el resurgir del sionismo y adoptada como lengua oficial del Estado de Israel.

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